Editorial Oriente, Cuba, 2002.
Edición y prólogo: Amir Valle y Dulce María Sotolongo.
Una mirada desprejuiciada sobre el amor y el sexo ha caracterizado gran parte de la narrativa cubana de los últimos veinte años y de ella han sido partícipes muchas de nuestras narradoras que a su vez han impuesto su propio modo de ver y narrar.
Son agresivas contra lo establecido, desinhibidas al describir el sexo y han abordado temas como la homosexualidad femenina y la prostitución. Su erótica es a veces sensual y tierna, a veces macabra y ríspida, a veces irónica y cotidiana, a veces mítica e histórica.