Marco Tropea, Italia, 2005.
Edición: Lucía López Coll.
Dieciséis cuentos que muestran la realidad cubana de los últimos veinte años marcada por las carencias materiales y los profundos cambios en la mentalidad de los individuos. El único elemento unificador es la ciudad de La Habana: sus calles, sus personajes y su atmósfera son los verdaderos protagonistas de cada historia. Escritos entre los años noventa y nuestros días, casi todos los cuentos de esta antología representan, desde diferentes perspectivas, puntos de vista típicos de la tendencia apocalíptica y densa de incertezas que hoy caracteriza a la narrativa cubana. El denominador común es una visión desastrosa de La Habana, que tiende más a la disgregación que a la cohesión. Los autores miran la ciudad desde sus vísceras, la describen desde la intimidad, poblando las tramas de personajes alienados o vencidos por la vida, que viven al margen de la historia y la sociedad. Esta antología es también un grito de alarma y desesperación, la visión de una decadencia física y moral que genera inquietud. La imagen folklórica de la ciudad acogedora deja espacio a una Habana más verdadera, vista desde sus calles y carencias, pero siempre contada con una pasión tal que no podrá no provocar amor en quien lee.