Publicado en el suplemento El Viajero de El País.
La curiosa catedral de la Sal, en una mina cercana a Bogotá. Zipaquirá produce el 70% de la sal que se consume en Colombia, pero su fama la debe a esta peculiar iglesia subterránea con luces de colores, enormes cúpulas y esculturas de cristal y mármol.
Existen muchas catedrales, las hay góticas y barrocas, pequeñas y majestuosas, pero todas tienen en común que el sol y la lluvia pueden alcanzar sus muros. Todas, excepto una: la catedral de la Sal de Zipaquirá, en Colombia, construida en una mina, en las profundidades de una montaña.